Antonio Benitez es un personaje de una sola pieza. La pasión impregna cada uno de sus actos. Es capaz de todo, de matar, de mentir...pondría en peligro al mundo, si fuera necesario, con tal de cruzar un beso o una palabra con el objeto de su pasión. Es un fanático y para alguien cuya única moral es la expresión vital de esa pasión, no puede ser juzgado de un modo racional, porque su lógica no lo es..y sin embargo, pocos personajes con tan pocas fisura, tan claros, tan puros.... Como todos los fanáticos muere bien, como un heroe porque no existen heroes bueno o malos, solo seres humanos capaces de actos extraordinarios. He vuelto a disfrutar de La ley del Deseo. Cada vez me siento más identificado con este film.
Creo que el deseo mueve el mundo, todos somos héroes y víctimas de nuestros deseos. Volvistes a ser un niño tirando a las escopetillas y recreastes con gracia y arte una escena de esa magnífica película de Almodovar.
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