Necesité que alguien me llevese de su mano. Andar plácidamente entre el ruido y la prisa del recuerdo. Todo fue posible. Había armonía y una verdad ignorada. Me comparé y me sentí amargado. Disfrutaste de tus éxitos en estos tiempos cambiantes. Nacieron mis miedos del cansancio y de la soledad. Yo soy hijo del universo como son los árboles y las estrellas. Ahora no tienes derecho a nada y quiero caminar en mi soledad blasiana.
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